En ventilación, los filtros suelen instalarse para eliminar los contaminantes del aire. Esto también se aplica a los filtros electrostáticos, que, como su nombre indica, se encargan de limpiar el aire mediante la interacción del filtro con las partículas. Cuando las partículas atraviesan el filtro, se induce una carga eléctrica que las atrae más fácilmente hacia el colector, casi como un imán, lo que facilita su captura.
¿Qué ventajas ofrece la instalación de un filtro electrostático?
Este primer beneficio -que es una de las características más intrigantes de este tipo de sistema- es reducir los humos y olores a tasas muy bajas, ya que se pueden alcanzar tasas de purificación del 95% en humos y del 80% en olores. Dependiendo de la marca que se instale, estas cifras pueden cambiar.
Otra ventaja es que produce muy poca presión en el sistema: entre 40 y 50 Pa, para ser exactos. Aunque se trata de una presión baja, siempre debe tenerse en cuenta y, si el sistema ya está instalado, debe confirmarse que el ventilador puede ajustarse a las nuevas condiciones de presión.
Además, gracias a su eficaz filtración, disminuye la acumulación de grasa en los conductos. Esto lo convierte en un sistema excelente para lugares donde la limpieza de los conductos es extremadamente difícil de realizar; un filtro electrostático bien instalado podría disminuir significativamente este problema.
Por último, pero no por ello menos importante, en lugares donde sólo hay una salida de aire interna y ninguna externa, se puede crear un doble paso, o doble filtrado, que daría como resultado un índice de eficacia del 99% y permitiría liberar el aire en el espacio interior.